Los daños solares en la piel no
dependen de la edad o el calor, sino de cuánto tiempo te expones a los rayos
ultravioleta y a qué hora, por ello es importante tomar medidas precautorias
para evitar afecciones estas vacaciones
“Asolearse,
médicamente hablando, es desde que el día
aclara hasta que oscurece, es lo que cotidianamente hacemos cuando vamos en el automovil y la luz nos da en la mañana de frente o de un lado; sin embargo, es
recomendable tener cuidados necesarios cuando vamos a una playa o a piscina para evitar consecuencias posteriores.
Aunque generalmente se dice que no se debe asolear
entre las 10:00 y las 15:00 horas se recomienda que, mientras haya luz, se
proteja con un
filtro solar, sobre todo las personas que
ya tiene una sensibilidad al Sol definida.
En ese horario se da el índice ultravioleta, que es cuando la tierra y el Sol tienen más
cercanía, es el momento en que la intensidad luminosa es mayor, por lo tanto el
daño puede ser más intenso, pero no significa que si me protejo de las 7 de la
mañana, cuando ya aclaró el día, hasta las 9:59 estoy protegido, tienen que
protegerse desde que amanece hasta que oscurece.
El especialista recomienda usar un protector solar cada 3 ó 4
horas porque es el tiempo que es
efectivo, o cada vez que se meta a albercas o al mar.
“Los filtros dicen que resisten al agua y al sudor,
pero al salir y secarnos, con ese movimiento mecánico se está retirando y ya no
hay protección, de hecho, no es dañino aplicarlo reiteradamente, sólo debe
evitarse hacerlo cerca de los ojos”.
Con un filtro superior a 30 es suficiente, añade, pues tienen la misma protección que uno de
100, sólo se debe checar que estén libres de PABA, que es un producto de
utilidad para broncear, pero que puede provocar alergia.
“Otro punto es que no se expongan directamente al Sol
más de 15 minutos en la misma postura y que recuerdan que la luz directa e
indirecta puede dañar, aunque estén bajo la palapa dándoles la resolana, es
igual de dañina que la luz directa”.
Si hay antecedentes de quemaduras
solares, sugiere utilizar una camiseta seca para estar fuera del agua y una húmeda para estar dentro, porque si se
quedan con la húmeda fuera del agua, el tejido se distiende, la tela se vuelve
traslúcida y ya no protege.
Además, es importante usar una gorra, sombrilla o sombrero para completar la protección
solar, que en general es de entre 60 y 70 por ciento.
Quienes deseen broncearse deben
tomar en cuenta que eso no es factor de protección, sólo aumento de la
pigmentación de manera superficial, pero no es suficiente para proteger de
quemaduras.
“El
bronceado sólo es un efecto óptico, en el
cual el color aumenta en pieles morenas claras a oscuras, pero la piel muy
blanca nunca se va broncear, sólo se quema”.
Otra recomendación es tener cuidado con los cítricos, pues durante las vacaciones se acostumbra mucho
tomar las bebidas refrescantes con limón, o consumirlo en el pescado, y cuando
el jugo cae en la piel y se expone al Sol puede provocar enrojecimiento, por
eso se deben lavar las manos con agua y jabón.
Los Daños
Hay tres tipos de daños
solares:
-Agudo. Quemaduras provocadas por exposición prolongada a la
luz solar, cuando la piel se enrojece, se puede ampoyar y causar fiebre; quien
la padece tiene el mismo riesgo de desarrollar cáncer de piel que quienes lo
hacen con mayor frecuencia.
-Fotoenvejecimiento. Aparecen arrugas a mediano plazo, porque la piel va
sufriendo degeneración de las fibras elásticas por la exposición al Sol.
-Crónico. Aparecen lesiones resultado de la exposición en
exceso a la luz solar, se ven en el dorso de las manos o en la cara,
generalmente se presentaban en la vejez.
http://saruta3105.wix.com/sarithcepeda
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