El
tratamiento debe de tener como fin ayudar a sanar las lesiones ocasionadas por
esta enfermedad cutánea y en gran medida prevenir la formación de otras nuevas.
Actualmente
existen en el mercado gran cantidad de medicamentos locales/tópicos que secan
la piel y promueven el crecimiento de la piel regenerada. Estos productos
suelen contener peróxido benzoico, sulfuro, resorcinol, ácido retinoico (retin
A) o ácido salicílico.
Cuando
el acné viene acompañado de infección es necesario que el médico prescriba
antibióticos como la clindamicina y la eritromicina con el fin de controlarla y
para que ésta no se extienda.
Las
exposiciones al sol pueden parecer que en un principio mejoran el problema pero
en muchos casos sólo generan un efecto rebote que lo único que consigue es
empeorar las lesiones y dificultar su curación.
Roacután o Accutane.
Roacután
es el nombre del medicamento más conocido para combatir el acné. Este
medicamento tiene como elemento base la Isotretinoina que es un derivado de la
vitamina A. Las estadísticas de estudios realizados recientemente indican que
en el 38% de los casos este medicamento consigue radicar el acné de manera
definitiva mientras que en un 70% de los casos logra mejorarlo.
Se
aconseja en cualquier caso el uso de este fármaco en casos de acné muy severo o
persistente dado la gran cantidad de riesgos o efectos secundarios que puede
producir.
Riesgos del uso de Roacután.
El
Roacután presenta numerosos riesgos y efectos secundarios:
- El tratamiento reseca la piel por lo que se hace necesario el uso de una crema para humectar la cara y de vaselina sólida para los labios.
- Es posible que también se produzcan molestias oculares, debido a la falta de humedad del ojo por lo que durante el uso de Roacután se hace necesario la utilización de colirios.
- Se puede producir en ciertos momentos posibles alteraciones óseas tras el tratamiento.
- Se han detectado tras su utilización complicaciones respiratorias o incluso hepáticas pues el medicamento puede llegar a afectar al hígado.
- Es posible que el tratamiento produzca cambios de humor e incluso depresión pero no se ha podido demostrar la incidencia del fármaco en estos casos.
Contraindicaciones del Raocután.
Este
medicamento está totalmente contraindicado en mujeres embarazadas o en aquellas
que teman estarlo. Así, su consumo durante el embarazo puede provocar aborto
espontaneo o malformaciones en el feto. Por lo tanto su consumo siempre debe de
realizarse bajo la supervisión de un dermatólogo quien constatará que se den
las condiciones necesarias para su prescripción.
Hay
que tener en cuenta para obtener unos resultados óptimos es necesario ser
constante en el tratamiento aún cuando no se obtengan resultados satisfactorios
en un primer momento. Por otra parte es normal, que durante los primeros meses
no se observen cambios sustanciales e incluso es probable que pueda producirse
un rebote del acné. El Roacután deberá de utilizarse al menos durante un
periodo de entre 4 meses a 6 meses para empezar a ver resultados.
Tratamientos con Retinol.
En
la actualidad hay gran cantidad de productos que se venden en el mercado y que
contienen Retinol, es decir vitamina A en concentraciones suficientes para
ayudar a combatir el acné. Estas concentraciones de Retinol variaran en función
de la gravedad del acné. Hay que tener en cuenta que muchas cremas
anti-envejecimiento contienen esta sustancia pero no en cantidades suficientes
para combatir el acné. En estos casos se requiere una concentración bastante
elevada de este producto para que se produzca una exfoliación lo suficiente
profunda de la piel.
Hay
que tener en cuenta que durante la utilización de cremas con Retinol se debe de
evitar la exposición al sol y usar cremas de protección solar elevadas.
Láser contra el acné.
Algunos
estudios clínicos afirman que el láser ha mejorado considerablemente el acné a
un 60% de personas tratadas con este método. Sin embargo al tratarse de una
técnica relativamente reciente se desconocen sus efectos a medio y largo plazo.
En cualquier caso se trata de un tratamiento sencillo y seguro y un método que
no provoca ningún efecto secundario.
Tratamiento del acné con gel.
El
uso de geles contra el acné se considera uno de los tratamientos más comunes
para este tipo de problemas cutáneos. En la actualidad existen diferentes tipos
de geles que se aplican sobre la zona afectada y que contienen una serie de
componentes específicos como el peróxido de benzoilo o el ácido salicílico.
El peróxido de benzoilo es una
sustancia que evita la proliferación de bacterias y previene contra la
acumulación de grasas por medio de una descamación ligera de la piel.
En
cualquier caso la mayoría de geles para combatir el acné tiene efectos
astringentes (eliminar grasa), desinfectantes (evitar bacterias), y
cicatrizantes (renovación de la piel).
Prevención del acné.
Hábitos.
- Lavar convenientemente la cara con un jabón específico para piel grasa o de tipo neutro. Esta rutina se realiza tanto por la mañana como por la noche.
- Desmaquillarse siempre antes de acostarse.
- Evitar manipular los granos pues sólo se conseguirá extender la infección y agravar el problema.
- Lavarse la cara después de hacer ejercicio para así evitar la acumulación de toxinas y sudor en la piel.
- Cambiar con frecuencia toallas y fundas de almohada pues éstas están en contacto con el rostro.
- Retirar el pelo de la cara con el fin de que este no se introduzca en los poros y de lugar a infecciones y granos. Se debe evitar el uso de flequillo.
Productos.
- Evitar productos cosméticos grasos. Utilizar siempre maquillajes no comedogénicos es decir que no obstruyan el poro favoreciendo la formación de espinillas y granos.
Alimentación.
- No abusar de alimentos grasos que puedan favorecer la aparición de acné.
- Beber al menos un litro y medio de agua diarios pues favorece la eliminación de toxinas y mantiene la piel hidratada.
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